2- Elige una buena pasta de dientes.
Al igual que con cualquier producto, tenga cuidado con la comercialización. Los dentífricos para el blanqueamiento o el control del sarro son conocidos por ser contraproducentes para la salud oral ya que pueden deteriorar los dientes si se usan constantemente. Debes alternarlos con un producto de limpieza normal para mantener un equilibrio.
3- Cambia el método para que no te de pereza.
La naturaleza humana es simple: cuando caes en una rutina empiezas a aburrirte. Vuelve a lo básico y empieza de una forma distinta las cuatro secciones de limpieza de manera que esa boca se mantenga perfecta.