No transformes tus emociones en hambre
¿Quién no se ha encontrado a sí mismo comiendo un pedazo de pizza frío a la mitad de la noche? Esa es la más pura manifestación de comer por ansiedad y en algún momento de nuestras vidas todos hemos pasado por eso. Pues, en lugar de comer porque estás ansioso o triste, busca otras actividades para cambiar la forma en que te sientes; de seguro serán mucho más efectivas que comer cuando no lo necesitas.