3. El cabello
La gloria de una chica es su cabello. Cuando era un niño de 4 años, para mí el asunto era así de sencillo: las de cabello largo eran las más bonitas, punto final. Hoy sé que una chica puede tener el cabello corto y ser, por esa misma razón, atractiva. Los psicólogos opinan que un cabello sano, brillante y elegante refleja salud y juventud, por lo que es un elemento fundamental que se nota desde el principio.
4. El peso y la apariencia de salud
No se trata de la complexión porque «en gustos se rompen los géneros». Hablo de cuán saludable se ve una mujer por su peso. Tras haber puesto en consideración cosas como la edad y el entorno (una profesora universitaria no tiene los mismos hábitos que una atleta), el sobrepeso notable es igual de desagradable que una delgadez extrema, puesto que ambos envían el mensaje de un desorden de salud.
5. Naturalidad
Un día, cuando estudiaba la preparatoria, asistí al teatro a ver un espectáculo de ballet folclórico. Durante la presentación, con luces de colores encima, todas las bailarinas se veían lindas con sus maquillajes. Cuando la función terminó, fuimos a los camerinos a saludar a algunas amigas que habían bailado. Entonces vi la realidad: el maquillaje era como una maciza pasta blanca sobre la que estaban montadas dos calcomanías rojas en las mejillas y parches de un intenso azul arriba de los ojos, para no hablar de las pestañas postizas de casi diez centímetros. Fuera del escenario, en la luz natural, el aspecto de las bailarinas era más bien grotesco. Lamento mencionarlo, pero a veces me topo con chicas cuyo maquillaje es digno de un teatro, pero carece de naturalidad. Todos agradecemos que la mujer se maquille, pero debe resultar un aspecto natural y cómodo.