a Moringa Oleifera, árbol nativo del Norte de la India, es bien conocido como ingrediente para medicinas herbales. Además, es muy frecuente que se utilice como alimento, ya que su vaina y sus hojas son muy ricas en vitaminas y minerales, y apenas 21 gramos de estas hojas contienen un 19% de vitamina B6, 12% de vitamina C y 9% de vitamina A, de la dosis diaria recomendada.
Pero sus propiedades no terminan allí, también posee ácido clorogénico y quercetina, ambos importantes para moderar el nivel de azúcar en sangre y la presión arterial, respectivamente. De hecho, un estudio realizado en mujeres durante tres meses demostró que el consumo diario de 7 gramos del polvo de esta planta puede llegar a reducir los niveles de azúcar en la sangre en un 13,5%, haciéndola una aliada en el tratamiento de la diabetes.
Otros análisis aseguran que ayuda a reducir la inflamación producida por heridas o infecciones, y que tiene la capacidad de ayudar a reducir el colesterol, entre otros beneficios.
En el cabello y la piel
Pero las propiedades de esta planta casi mágica no terminan allí. Las hojas de la moringa encierran elevados niveles de antioxidantes así como de vitamina C y beta-caroteno, y el extracto de su semilla es muy popular en la industria de la belleza debido a los beneficios para la piel y sus propiedades purificadoras.
En sus diferentes presentaciones, posee la capacidad de filtrar las impurezas, siendo un desintoxicante increíble y ofreciendo una acción rejuvenecedora.
“La pasta con hojas de moringa ayuda a unificar el tono de la piel, y sus potentes antioxidantes mejoran el aspecto general del rostro”, asegura el nutricionista David Pacheco.
Ese mismo extracto de semilla se ha vuelto muy popular como ingrediente de cremas protectoras y limpiadoras, ya que según algunas marcas, protege la piel contra la contaminación y el smog.
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