Recalentar los alimentos se ha convertido en una forma de vida. Al menos para los trabajadores de oficina que se preparan un lunch saludable como almuerzo, hasta los estudiantes que llegan tarde a su casa y optan por alguna opción inteligente y rápida.
Sin embargo, no todos los alimentos responden de la misma forma -ya sea por cómo reaccionan a las bacterias mientras que se almacenan, o debido a las proteínas que se descomponen durante la cocción-.
Si bien hay una gran cantidad de historias alrededor, los siguientes cinco alimentos están acreditados por la Food Standards Agency y la European Food Information Council -la Agencia de Seguridad Alimentaria y el Consejo Europeo de Información sobre la Alimentación- como peligrosas para este fin.
Pollo
El pollo y otras aves de corral tienen una cierta cantidad de contaminación por salmonella, al igual que los huevos.
Esto puede ser un problema al recalentarlos en un horno microondas en particular, ya que no penetra por igual en todas las áreas de un alimento. Esto significa que algunas partes de los alimentos se cocinan más rápido que otros.
Es importante sobre todo que la carne del pollo se de vuelta con frecuencia para asegurar que se caliente por dentro y por fuera.
En líneas generales, recalentar el pollo no es lo más recomendable, ya que tiene una mayor densidad de proteínas que la carne roja y cuando se recalienta, las proteínas se descomponen de manera diferente y pueden alterar el estómago.