A todo el mundo nos hace falta tiempo libre, lo cual siempre se refleja en nuestra rutina. Para no llegar tarde al trabajo, bebemos una taza de té en el desayuno y nos duchamos rápido: pareciera que fueran hábitos totalmente inofensivos.
Bañarse
Cuando nos bañamos, la temperatura de nuestro cuerpo crece un poco, por lo tanto, el organismo necesita enviar más sangre a la piel que de costumbre. Esto puede interrumpir el proceso digestivo y desacelerar la digestión.
Se recomienda bañarse 30 minutos después de comer, preferiblemente.