Es difícil eliminar los malos hábitos, y lo es más aún quitar aquellos que erróneamente creemos que son saludables, incluso cuando corremos el riesgo de dañar nuestro organismo.
Detener los estornudos
Cuando cerramos la boca y la nariz durante un estornudo, aumentamos fuertemente la presión intracraneal. La circulación cerebral se interrumpe, se comprimen los vasos sanguíneos y los tejidos nerviosos. Esto puede provocar dolores de cabeza, daños a los vasos sanguíneos e incluso problemas con los oídos. Por lo tanto, no te contengas, estornuda cuanto quieras.