6. El agujero del final del palo de los caramelos
Cuando acabamos un “chupa chups” o cualquier tipo de caramelo con palo, nos solemos encontrar con un agujero en la parte final del plástico. El objetivo por el cuál fue diseñado así era para garantizar que la piruleta se agarrara correctamente y no se desprendiese. Esto se logra gracias a que al solidificarse el caramelo queda anclado al agujero. Aunque es un mecanismo muy simple, sigue siendo la mejor forma de evitar que nos tengamos que acabar tomando nuestra golosina como un vulgar caramelo.