Es muy común que los padres dejen llorar a sus bebés hasta que se duerman. Sin embargo, una investigación asegura que este no es ni de lejos, el mejor método.
Estas son las 8 razones que demuestran que no debemos dejar llorar a los bebés
1- Puede convertirlos en niños inseguros
Los niños cuyos padres no son lo suficientemente receptivos y sensibles, se vuelven a menudo inseguros. Las personas seguras son más propensas a ser sociables, populares, compasivas y altruistas. Los individuos inseguros tienden a ser inestables en sus relaciones, mostrando ansiedad, desconfianza, posesividad… Gran cantidad de investigaciones aseguran que el contacto físico regular, la tranquilidad y la respuesta rápida a la angustia de los bebés favorece a que sean adultos seguros y confiados.