Hacer ejercicio
No importa qué tan atractiva te parezca la idea de comer y hacer ejercicio, los expertos no aconsejan hacerlo. Ejercitarse con el estómago lleno puede provocar incomodidades como hipo y náuseas, así como también consecuencias más serias como lesiones y calambres.
Si no puedes esperar para hacer deporte después de comer, limítate con un paseo tranquilo, pero no hagas ejercicio completo si no han transcurrido al menos 2 horas.