La alimentación, una de las claves para la prevención de las enfermedades cardiovasculares.
Para fortuna de los amantes de la comida o “foodies” y aquellos que buscan una mejor calidad de vida, una correcta alimentación puede ser la base fundamental para la prevención de decenas de cuadros clínicos. No escapan de esta estrategia las enfermedades cardiovasculares, las cuales son la primera causa de muerte en el mundo, según cifras oficiales de la Federación Mundial del Corazón (World Heart Federation).
Entre los factores de riesgo que contribuyen a sufrir cuadros cardíacos, uno de los que tiene más peso es la alimentación, el cual paradójicamente es uno de los más fáciles de controlar. La modificación en algunos hábitos alimentarios es clave para la prevención o recuperación de este tipo de afecciones.
Por ejemplo, las Guías Alimentarias para la Población Argentina, recomiendan aumentar el consumo de pescado a dos veces por semana y agregar semillas sin salar de manera semanal. Este tipo de recomendaciones apuntan a combatir la estadística que indica que, en el caso de Argentina, uno de cada tres habitantes sufre desenlaces fatales tras padecer una enfermedad cardiovascular.
Se comprobó de forma científica que el consumo de Omega 3 baja los triglicéridos plasmáticos, mejora la presión arterial y evita la formación de trombos, lo que disminuye sustancialmente el riesgo de sufrir enfermedad cardiovascular. Por ello, resulta positiva la incorporación de alimentos que lo contengan desde edades tempranas.