1. Respira profundamente
Respirar profunda e intensamente disminuye los niveles de cortisol en el cuerpo, hormona vinculada al aumento de peso y al estrés. Además, al aumentar la cantidad de oxígeno que ingresa, aceleras tu metabolismo. Si exhalas más rápido de lo normal, eliminas más dióxido de carbono, provocando que las células gasten más energía.
2. Come verduras en el desayuno
El desayuno proporciona el 25% de la energía diaria, y es importante para la salud y el buen rendimiento intelectual y físico. La redactora Judy Koutsky probó ingerir verduras por las mañanas durante 30 días, experimentando sensación de saciedad, reducción de calorías en el resto de comidas y una mejora del tránsito intestinal, entre otros.