3. Irse a la cama justo después de comer
Una de las costumbres más habituales es irse a la cama tras finalizar el último bocado de la cena. Pero esto es una forma de facilitar la acumulación de moléculas de grasa en nuestro organismo, ya que durante el descanso el organismo no es capaz de procesar igual la comida. Para evitar esto siempre tendremos que irnos a dormir, al menos, 2 horas después de haber cenado. Puede que para algunos les suene a demasiado, pero seguro que si luego ven que han perdido peso no se quejarán tanto. Bajar de peso podría ser mucho más fácil de lo que piensas.