Reduce el colesterol
Consumir el grano todos los días es una buena forma de bajar los niveles de triglicéridos y colesterol malo de la sangre. Gracias al ácido linoleico y fibra que posee, la avena impide que el colesterol pase al intestino. Al mismo tiempo, también la fibra va barriendo los depósitos de grasa que se acumulan en las paredes de las arterias. Todo esto protege al cuerpo de desarrollar hipertensión, de un infarto o cualquier otro problema cardiaco.
Controla los niveles de azúcar
La avena es altamente recomendada para los diabéticos, puesto que su fibra soluble estabiliza los niveles de azúcar. Debido a que reduce la absorción de azúcar en el intestino, también disminuye los niveles en la sangre. Es importante señalar que, a diferencia de otros cereales, este grano en particular aporta más hidratos de carbono que otros tipos de fibra.