7. Toma las tareas difíciles como un desafío
Que una tarea sea catalogada como complicada o tediosa supone una gran excusa para postegarla y distraerse con otras cosas. Si las afrontas como desafíos, te será mucho más fácil llevarlas a cabo y querer acabarlas cuanto antes.
También puedes dividir esa tarea difícil en partes más sencillas para que te sea más fácil ir tachando lo pendiente.
8. Busca una motivación
No tener ninguna motivación para realizar una tarea es otra gran excusa para hacer otras cosas «más importantes» en su lugar. Buscar algo que te motive a terminarla ayudará a mejorar la atención en ella.