¡Terremoto!
No todo iban a ser cosas buenas. En 2016, investigadores de la Universidad de Tokio publicaron un estudio en ‘Nature Geoscience’ según el cual los grandes sismos que tienen lugar en nuestra superficie se ven afectados por las fuerzas que la Luna aplica. En concreto, cuando es nueva o llena, se ejerce un poder mayor que puede llevar a los terremotos. Para confirmarlo, comprobaron que algunos de los más grandes terremotos recientes, como el de Sumatra en 2004, el de Chile en 2010 o el de Japón de 2011 tuvieron lugar cerca de esas fases lunares. De esta manera, se confirma una teoría con la que los científicos habían conjeturado en el pasado y que permitiría predecir catástrofes en el futuro.
Y terminamos, para cerrar este círculo de Tierra y Luna, con lo que aseguran unos científicos británicos. De acuerdo a un estudio del Imperial College de Londres, un material biológico de los primeros años de la Tierra podría haber llegado a la Luna gracias a un asteroide que chocó en nuestra superficie y luego deambuló por el espacio. Según aseguran, ese material se encontraría en la lava subterránea de la tierra de los selenitas. Si se consiguiera llegar a él, accederíamos a una materia que en la Tierra ya no existe debido a los procesos de cambio de las placas tectónicas, mientras que en la Luna no se han dado los mismos procesos geológicos.