Gobierna las mareas
La vemos ahí, tan estática, que parece que no ha roto un plato, y sin embargo puede modificar el movimiento de los mares. La capacidad de influir en las mareas es una de las más señeras de la Luna, gracias a la fuerza de gravedad que ejerce sobre el planeta. La Luna ‘tira’ de los océanos, lo que origina las mareas. Y menos mal que la Luna no está más cerca de nosotros (está a unos 402.000 kilómetros), porque de ser así las ciudades costeras se verían inundadas con las mareas altas.
Según la científica Maggie Aderin-Pocock, hace 4.500 millones de años un planeta del tamaño de Marte chocó en la Tierra y dejó mucha roca líquida en la superficie. De ese choque surgió la Luna y los elementos esenciales de la vida en nuestro hogar: hidrógeno, nitrógeno, carbono… 700 millones de años después de ello, aparecieron los océanos, que la Luna comenzó a arrastrar gracias a su gravedad. Aquellas primeras mareas fueron las que crearon las moléculas de vida. El químico británico John Sutherland mezcló aquellas partículas básicas y las calentó con luz ultravioleta, como si se tratara de una charca de agua en marea baja, y obtuvo ARN, una muestra de que esa hipótesis parece la correcta.