9. No usar bien cada utensilio de cocina
Muchas veces, algo muy simple puede hacer la diferencia. Por ejemplo: no uses grandes recipientes para poca comida porque desperdiciarás calor; elige una olla más pequeña; o, si tu pava tiene sarro acumulado tardará más tiempo (y usarás más energía) para calentar el agua, por eso es mejor que la limpies bien.